“¿Qué pasa si pierdes?”. Simon entrecerró los ojos y miró al oponente enmascarado.A pesar de todo, todavía mantenía su compostura. También era evidente que consideraba débil al líder de la Secta Celestial.“Si pierdo, me iré con mis discípulos de inmediato y no volveré a poner un pie en la Secta del Monte Trueno”.“Me temo que no es un trato justo. Ya que trajiste la lucha hasta nuestro territorio, tendrás que estar preparado para pagar el precio”. El rostro de Simon se oscureció, y su cuerpo dejó salir una energía opresiva.La energía se dirigió hacia el cielo y se dispersó entre las nubes.Las nubes del cielo brumoso se dispersaron de inmediato y los rayos del sol descendieron a cántaros. Los discípulos de la Secta del Monte Trueno y los de la Secta Celestial retrocedieron ante esta impresionante exhibición.Thea se mantuvo firme en su sitio, y su holgado abrigo ondeó al viento.“Gran Patriarca, tome mi espada”,gritó Jackson antes de lanzar la Espada de Escarcha hacia Sim

Simon esquivó hábilmente el ataque de Thea y reapareció en la distancia. Tenía una expresión solemne en el rostro mientras seguía canalizando más energía en su técnica de espada.La Espada de Escarcha flotaba frente a él y la punta de su hoja estaba dirigida hacia Thea. Giró en el aire como si fuera un taladro.A medida que giraba, el aire circundante fue atraído y se fusionó formando afilados fragmentos de hielo. Los fragmentos se juntaron rápidamente y formaron Espadas de Hielo.Rápidamente, cientos de Espadas de Hielo levitaron en el aire frente a Simon.“Ataquen”.Simon movió su muñeca.Los cientos de Espadas de Hielo se precipitaron hacia Thea con sus afiladas y brillantes hojas.“Destrocen”.La profunda voz de Thea resonó en el aire.La Espada Malévola se balanceó en el aire, y varias Espadas de Luz se formaron inmediatamente, cortando las Espadas de Hielo en pedazos.Aprovechando la oportunidad, Simon empuñó de nuevo su Espada de Escarcha y se lanzó hacia Thea a gran

El resto de la Secta del Monte Trueno permaneció en silencio.Después de que su Gran Líder de la Secta se marchara, ya no tenían confianza para decir algo.Al sentir la vacilación de Jackson, Thea continuó: “Sé que estás preocupado, pero te aseguro que la Secta Celestial no es malvada. El establecimiento de nuestra secta es por la paz de Sol”.“La Tortuga Espiritual ha sido asesinada, y su núcleo destrozado en varios pedazos. Todos ellos fueron tomados por fuertes artistas marciales. ¿No has sentido que la energía de Simon se ha vuelto más fuerte desde entonces?”.“Simon también obtuvo un trozo del núcleo y consiguió refinarlo. Un efecto secundario de usar las partes de la Tortuga Espiritual es que encenderá los deseos ocultos en el corazón de uno y esos deseos acabarán acumulándose. Te lo advierto, Simon ya no es la persona que era en el pasado”.“¡No te atrevas a difamar a nuestro Gran Líder de la Secta, bestia malvada! ¿Quién eres tú para hablar así mal de él?”, refutó un discí

Maxine se levantó rápidamente y agarró la muñeca de Thea para tomarle el pulso. En cuanto su piel entró en contacto con la de Thea, sintió un frío cortante en el brazo.Soportó el frío y rápidamente comprobó el pulso de Thea.Tras evaluar su estado, Maxine arqueó las cejas y exclamó: “¿Qué pasó? ¿Cómo quedaste gravemente herida?”.Thea sacó un pañuelo del bolsillo, se limpió la sangre de los labios y dijo débilmente: “Simon me golpeó con la palma de la mano cuando peleábamos. Había refinado el núcleo de la tortuga espiritual y se hizo mucho más fuerte. Sin embargo, fue cauteloso porque me confundió con Thomas. Probablemente por eso huyó de la batalla. Si eso no hubiera ocurrido, probablemente no habría salido con vida”.Thea se apresuró a regresar a la Capital tras cerrar momentáneamente sus heridas en la zona de la Secta del Monte Trueno porque sabía que no era seguro seguir allí.Solo podía recuperarse en la seguridad de la Capital.En su viaje de vuelta, soportó el dolor y fin

“Sí, no hay nadie que haya logrado tanto como él”.“Con un hombre de tanto talento en Sol, sin duda su país prosperará”.¡Clip-clop! En ese momento, el sonido de caballos galopando llamó la atención de todos.Desde la distancia, docenas de caballos se acercaban.El hombre que iba a la cabeza era un joven de unos veinticinco o veintiséis años, vestido con una armadura dorada y una espada larga en la cintura. Los que lo seguían iban vestidos con armaduras plateadas.La Reina frunció ligeramente el ceño al ver a los caballeros que se acercaban.El hombre de la armadura dorada se bajó del caballo delante de la Reina, hizo una leve reverencia y la saludó: “Su Majestad”.La Reina seguía con el ceño fruncido y el descontento se reflejaba en su rostro. Reprendió al joven: “Kayn, ¿quién te permitió venir a caballo?”.El hombre de la armadura dorada no se mostró ni arrogante ni humilde al responder en un tono práctico: “Majestad, soy un Caballero Dorado y tengo la libertad de montar